—me preguntó la peluquera, sacándome unos pocos mechones cortitos del recogido para que quedara más natural. Todo ello en segundos que a mí me parecieron minutos. Quizá, cuando pensaba que Filippo era demasiado orgulloso como para superar aquello, colormadrid.com no me paré a pensar en que ya había dejado atrás algunos sueños por mí y que haría más concesiones para no perderme. Hasta los sueños. David volvió su mirada hacia mí y sonrió, saliendo de los recuerdos: —¿ —Baja una vecina. —¿ Yo era una persona extremadamente educada. El vestido era perfecto. —¿Me podéis desabrochar el vestido? —Lo que faltaba. —¿ Increíble. Lo más bonito que había visto en mi vida, el peinado cómodo y elegante, natural…, igual que el maquillaje, nada recargado. —Estoy bien —mentí. —No se te ocurra beber nada en unas cuantas horas — susurró—. Nada. No había nada que me gustase: me sentía disfrazada. De todo. Agarré la muñeca de Candela, quería que me dejaran sola con mis hermanas, pero no me salieron las palabras.
—Una de las amigas de mi madre se acercó corriendo—. —Habría quedado más elegante si se te marcasen los huesitos de la cadera, pero ahora ya poco podemos hacer — dijo mi madre y suspiró. —Falta menos de media hora para la ceremonia —anunció mi madre. Este año, el uniforme de gala que vestirá México en la ceremonia de apertura ha sido diseñado por la empresa mexicana High Life, una compañía dedicada a la ropa masculina. Quedaban veinte minutos para la ceremonia. —intenté sonar despreocupado. —Me ha enviado una de nuestras canciones. Acto seguido, se lanzaron a perseguirse a mi alrededor para, como nos temíamos, terminar enzarzados en una pelea con mordiscos incluidos. Pero aquí está el final de un cuento que, como la vida, no tiene un único final escrito. Lo cierto es que, al estar al fondo del todo, mi parte de la barra a esas horas tenía mucha menos cola. Al volverme hacia el otro lado, me di cuenta de que, probablemente, el motivo por el que me había despertado era porque David no estaba en la cama. Y todo ello porque el público objetivo de estas marcas abarca los consumidores de la Generación Z, nacidos en los años 1995 a 2012, quienes están tienen muy en cuenta el medio ambiente a la hora de hacer cualquier compra.
—Como no quería que nadie supiera que veníamos juntos, reservé yo tus habitaciones para todo el viaje y no me di cuenta de que la que Sonia me había escogido aquí es una villa con dos dormitorios. Nadie contestó. Le hice un gesto para que se marchase, pero no me hizo caso. —Si me hubieras hecho caso y hubieras atendido bien a la dieta. La suya parecía una cita más bien aburrida. —Todos los asientos están bien distribuidos, queridas. —Sonrió. —Me voy. Me acerqué y le besé en la mejilla. —me increpó en voz baja —. —¿Y si el secreto es que no dejaría de besarte nunca? Quiero un secreto. —¿ —¿Y si me he equivocado? Y aquí. —¿Sabes que eso no es suficiente? —¿Te sientes un putillo? Desde que había regresado del viaje me costaba encontrar pros en nuestra relación. O parecerás mamá. Aunque por un segundo sentí que estaba a solas con ella, al dar la espalda al espejo me encontré en una habitación llena hasta los topes de mujeres que me miraban, cada una con una expresión.
Hay cosas que creo que es mejor no verbalizar fuera de una borrachera. Me hubiera gustado despertarme con Margot encima de mí, a horcajadas, vestida solamente con el camisón blanco que cogí de entre sus cosas. Gente que salpicaba el aire con sus motivaciones y emociones, chaqueta seleccion española como la saliva que sale despedida de un estornudo. Me pareció que su presencia volvía el aire más denso. Escribí: Creo que me gusta un poco Margot. La habitación era exactamente igual que la mía: grande, un poco hortera pero luminosa y con unas vistas increíbles. Señaló un banco solitario en una acera, con vistas a una pared, y me dio la risa. Mira, vamos a hacer una cosa. Cosa de prioridades, me imagino. —Sí —respondí. —Creo que deberías actuar al margen de lo que creas que haga él, porque este verano, este, es para ti. Conciertos, pasacalles, mercados artesanales, y desfiles son los ingredientes protagonistas de este Carnaval.
Las prendas que conforman el uniforme son unisex y se pueden adaptar a las condiciones físicas de cualquier atleta. Será preceptivo en todas las modalidades de los uniformes de especial relevancia, diario y trabajo, excepto en aquellas comisiones y actos militares y sociales que la autoridad competente estipule lo contrario. Norma 59.ª Uniforme de diario. Norma 114.ª Divisas de categoría y condición. Escote barco, media manga, espalda abierta hasta la cintura, un pequeño fajín rematado por dos botones forrados y una falda con caída. Notaba presión hasta en la garganta. Quizá peerme. Las voces seguían girando a mi alrededor, como volutas de humo que me iban dejando ciega, sorda y con la garganta seca y en llamas. —No estamos hablando de Idoia, Margot, y no es ese «pero» con lo que quiero que te quedes tú. —No es gratis, no mientas. Me tuve que lavar dos veces los dientes y mascar cinco chicles para quitarme el regusto a ajo. Estuve a punto de decírtelo un par de veces antes de la boda, pero… —levantó las cejas— entonces la liaste parda.
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