—Sonrió triste—. Y hacerte ver que está todo bien, que nada de esto llegó nunca a importarme…, pero no es verdad. —Pues el cyborg no me gustaba nada. —¿No puede ser fácil y de verdad? Creo que yo no puedo ser tu amiga. Aunque estaba a punto de venirme abajo, quise ser simpática, amable. —¿Quieres mudarte a Londres? —¿Puedo montar una mercería y dedicarme a vender medias? Le lancé una mirada y me giré hacia la barbacoa de nuevo, con las pinzas en la mano, para dar la vuelta a los dos kilos de panceta que aquella pandilla de energúmenos había comprado. David y yo hicimos el trayecto de vuelta en silencio. —Porque me lo descubrió David. —respondió. —Porque no puedo darte las respuestas, David, chandal españa mundial 2021 2022 si no sé ni lo que preguntas. Lo que pasa es que… no es para mí —dije negando con la cabeza—. No tiene ninguno. —A mí no me importa el sentido que tienen las cosas.
—Y pedirte que me esperaras no tendría sentido. Quedé con Barin un par de veces (lo sé, qué nombre más extraño) antes de tener claro que aquello no funcionaría si no hacía algo por mi yo de ayer. Preguntándome aquello me había hecho daño, porque sentí que menospreciaba, de alguna manera, lo que yo sentía por él. Cualquier respuesta que no fuera «yo te quiero» me hubiera hecho daño. Dispusimos nuestra vida como si fuera un tablero y trazamos los límites para no hacernos daño. Con tal de alejarme de Madrid y de la sensación de haber dejado escapar al amor de mi vida. El problema, Margot, es que el amor no arregla lo que está roto. Quise que pudiera hacerlo siempre. Vigilé que ella también lo hiciera. Las chaquetas podrán parecer idénticas, pero mientras que para ella no significa nada, para él lo encarna todo. David lo solucionó diciendo que él también se iba a dormir.
La decisión de volver a Madrid fue mutua, pero fue el trabajo de Margot lo que la hizo inminente. Margot se acercó para ofrecerme un paño húmedo, que había mojado en el agua fría del cubo de las bebidas, y sonrió, alternando la mirada entre Esther y yo. Creo que no se lo esperaba. Que dejases que yo decidiera mis batallas. Amparito empujó fuera del mostrador una banqueta y me pidió que me sentase. David preguntaría si eso era marisco o un oficial de las fuerzas del orden italianas desnudo nadando en tallarines. No dejaba de repetir que no podía haberse enamorado en un mes, sudadera españa 2021 2022 que todo era una crisis personal y que tenía que ordenar su vida. Esa certeza era un comensal más en la mesa. —Lo siento —susurró. —¿ —¿Te arrepientes de lo de anoche? Coroneles Jefes de Estado Mayor de las grandes unidades, excepto en la Armada.
Me fui muy lejos, al espacio, donde todas las vidas que hubiéramos podido tener fueron explotando por la presión y la falta de oxígeno. —Lo que tú digas. —Tú. Miró al techo buscando fuerzas o quizá la bendición de la Virgen que los dueños de la casa tenían colgada en la pared de aquella habitación, vete tú a saber. Y cuéntate tú también. Equipo de sonido CREATIVE 5.1 en perfecto estado para PC. Hablo de mí. He estado obsesionada con demostrar cosas a los demás, pero… ¿ O lo que el propio David sentía por mí. Lo que nació como un guiño al mágico tridente holandés del conjunto italiano (Gullit, Van Basten y Rijkaard) acabó convirtiéndose en un rasgo singular del fenómeno de las hinchadas radicales autóctonas. —Los del Grupo Ortega. Pobrecita, que acaba de llegar al grupo. Le di las gracias y paré a medio camino de darle un beso, cuando me di cuenta de que todos nos miraban y que iba a romper, como por décima vez, la promesa de no volver a besarla. La trastienda tenía, a su vez, una trastienda y, a juzgar por cómo estaba montada, diría que David pasaba más tiempo allí que en su casa…, si es que la tenía.